Historicidad de Jesús de Nazaret
La cuestión de la historicidad de Jesús se refiere a si Jesús de Nazaret
(que en su tiempo debe haber sido llamado Yeshua ben Joseph, en hebreo)
existió como una figura histórica, y en qué medida los episodios
representados en los evangelios se pueden confirmar como eventos
históricos. El consenso prácticamente universal entre los estudiosos es
que Jesús existió históricamente, aunque los eruditos bíblicos difieren
acerca de las creencias y enseñanzas de Jesús, así como la exactitud de
los detalles de su vida que han sido descritos en las Escrituras.
La historicidad de Jesús además se relaciona con el tema de las
reconstrucciones eruditas de la vida de Jesús, basadas principalmente en
el análisis crítico de los textos del Nuevo Testamento. Esta es una
larga labor de investigación que comenzó desde el siglo XVIII, cuando
los estudiosos se dieron a la tarea de tratar de reconstruir la vida del
Jesús histórico, utilizando métodos histórico-críticos para el análisis
de los textos disponibles; y ese es el método que trataremos de seguir
en estas notas.
Diversidad de imágenes de Jesús |
La Navidad es una de las festividades más importantes del cristianismo que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén (según los evangelios de Mateo y Lucas, aunque Marcos parece sugerir que fue en Nazaret) y se celebra el 25 de Diciembre en la iglesia católica, así como en muchas iglesias protestantes y ortodoxas. Sin embargo esa fecha exacta del nacimiento de Jesús de Nazaret no se encuentra registrada ni en el Antiguo Testamento ni el Nuevo Testamento. La adopción de esa fecha se realizó siglos después, empezando por Sexto Julio Africano (considerado el padre de la cronología cristiana) en referencia al calendario litúrgico en el año 221. Y al parecer la razón por la que se escogió el 25 de Diciembre tiene que ver con la conversión al cristianismo de los pueblos "paganos" de la antigüedad quienes en esa fecha celebraban el solsticio de invierno en el hemisferio norte (desde el 21 de Diciembre) y el renacimiento del dios Sol según las varias tradiciones paganas; Apolo para los griegos, Osiris para los egipcios, Mitra para los persas, etc.
Un problema que enfrentamos al tratar de establecer la historicidad de Jesús de Nazaret con fechas precisas es que hay muy pocas fuentes fuera del Nuevo Testamento que lo mencionan, ya que los que escribían sobre historia en aquellos tiempos estaban sobre todo interesados en escribir sobre guerras, o en biografías de reyes y emperadores, y solo mencionan al 'Jesús histórico' de pasada; como un hombre que debe haber nacido alrededor del año 4 a.C. (antes de Cristo) y que fue crucificado a la edad de 33 años en Jerusalén, en el año 30 d.C. (después de Cristo). La pequeña descrepancia de 3 años en la historia se debe a que los que inventaron nuestro actual sistema de eras históricas casi coincidieron con la 'era cristiana' original, pero no exactamente.
Pero entonces cómo pudo Jesús haber nacido en una era "antes de Cristo", ¿no es eso acaso una contradicción de términos? La respuesta está en un cierto eclipse lunar como se explica a continuación.
Los historiadores actuales dividen las eras históricas utilizando términos neutrales (sin connotación religiosa) como 'era común' y 'nuestra era' (con sus correspondientes abreviaturas n.e. o NE) o 'antes de nuestra era' (con sus abreviaturas a.n.e. o ANE). A diferencia de los términos religiosos utilizados originalmente para definir la era cristiana; como 'después de Cristo' (abreviado d.C. o DC) o 'antes de Cristo' (abreviado a.C. o AC). Aunque en la práctica los términos 'nuestra era' y 'después de Cristo' se utilizan como sinónimos ya que en fin de cuentas se refieren a un mismo período de tiempo.
De esta forma el período histórico que más nos interesa, desde el punto de vista del cristianismo, es el que va desde el reinado del emperador romano Augusto (27 ANE - 14 NE) hasta Constantino (306 NE - 337 NE).
Como curiosidad histórica y matemática, la primera definición de Anno Domini ('año del Señor') se debió a Dionisio el Exiguo, un monje y erudito bizantino, quien no proveyó a nuestra era de un año cero, ya que en la Europa medieval nadie conocía la cifra o el número cero hasta el siglo nueve.
Una de las razones por la que los historiadores prefieren el término 'nuestra era', en lugar de 'era cristiana', es que nadie sabe exactamente cuando nació Jesús, y la única referencia en los evangelios viene de la historia que se cuenta sobre la visita de los magos y la matanza de los niños menores de dos años ordenada por Herodes el Grande (Mateo 2:1-16, Lucas 2). Aunque algunos teólogos consideran que para ese entonces ya Jesús podía haber tenido más de dos años.
Además el importante historiador judío-romano Flavio Josefo en su obra Antigüedades Judías relata que la muerte de Herodes el Grande ocurre durante un eclipse lunar, lo cual se toma como referencia al eclipse lunar de Marzo 13 en el año 4 ANE en Judea. Por lo cual se concluyó que el nacimiento de Jesús debió haber ocurrido antes o durante el año 4 ANE. Sin embargo algunos físicos y astrónomos recientemente han indicado que en el año 1 NE también ocurrieron dos eclipses lunares visibles en Judea (uno de ellos en Diciembre 29), lo cual pondría el nacimiento de Jesús más cerca del comienzo de nuestra era; si en verdad uno de esos era el eclipse al que se refirió Josefo.
La otra referencia al nacimiento de Jesús se encuentra en el Evangelio de Lucas cuando menciona el censo promulgado por un edicto de Augusto César que se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria (Lucas 2:1-5). Sin embargo existen grandes dificultades para poder aceptar este relato de Lucas como un hecho histórico: 1) El evangelio vincula el nacimiento de Jesús con el reinado de Herodes el Grande (Herodes I), pero el censo tuvo lugar en el año 6 NE, nueve años después de la muerte de Herodes en el 4 ANE; 2) No hubo un censo único de todo el imperio bajo Augusto; 3) Ningún censo romano exigía que las personas viajaran desde sus propios hogares a los de antepasados lejanos; 4) El censo de Judea no habría afectado a José y su familia, que vivían en Galilea.
El otro dato relevante sobre la edad de Jesús viene de su genealogía según Lucas, donde se puede leer que "Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años" (Lucas 3:23), pero nótese al sentido aproximado en la frase "como de".
Los expertos entonces aplican el método histórico y correlacionan ese dato con el año "quince" del reinado de Tiberio César (Lucas 3:1-3), el cual va del 14 al 37 NE, estableciendo de esta forma un punto de referencia para la historia de Jesús. Aunque por otro lado, Tertuliano, uno de los Padres de la Iglesia, en su libro Contra Marción escrito en el segundo siglo, afirma que esto realmemente ocurrió en el año "doce" de Tiberio César, por lo cual toda esta cronología resulta ser muy aproximada.
Por cierto, según la tradición del judaísmo, la edad de 30 años es cuando los nuevos sacerdotes podían comenzar su labor de predica en el Templo, y así es como posiblemente lo veían los discípulos e incluso los fariseos, quienes en varias ocasiones se refieren a Jesús como "rabino" (rabbi o rabboni), el título honorífico dado a un "maestro de la ley" en arameo (5 veces en Mateo, 6 veces an Marcos, 14 veces en Juan; y curiosamente ninguna vez en Lucas quien siendo un 'gentil' prefiere usar la palabra Maestro).
Además de acuerdo con los tres evangelios sinópticos, Jesús continuó predicando durante al menos un año; y de acuerdo con Juan, durante tres años, dada las tres celebraciones de la Pascua Judía en las cuales participó (Juan 2:13; 6:4; 11:55–57). Y de ahí se estima que su crucifixión debió haber ocurrido a la edad de 33 años.
Entre las herramientas más utilizadas por los estudiosos del Nuevo Testamento están los llamados 'criterios' de análisis textual. Por ejemplo, el criterio de dificultad (o criterio de la vergüenza, del inglés: Criterion of embarrassment) y el criterio de testimonio múltiple (o criterio de atestación múltiple, del inglés: Criterion of multiple attestation).
Los criterios de crítica textual, junto con el método histórico, normalmente son aplicados por los expertos para evaluar la credibilidad de una narrativa y para tratar de resolver el Problema Sinóptico y otros problemas similares; como por ejemplo la credibilidad histórica del bautismo de Jesús, según se explica a continuación.
La descripción del bautismo de Jesús por Juan el Bautista en el Evangelio de Marcos, así como en Mateo y Lucas, e incluso de alguna manera en Juan, le confiere cierta credibilidad histórica a esta narrativa en particular (Marcos 1:9-11; Mateo 3:13-17; Lucas 3:21-22; Juan 1:28-34). Este pasaje obviamente cumple el criterio de testimonio múltiple. Además gracias al historiador Josefo sabemos que Juan el Bautista existió históricamente y que por un tiempo fue el líder de un movimiento social durante la primera mitad del primer siglo. Pero la razón por la que los expertos consideran que este pasaje es creíble es por el criterio de dificultad. Este es un criterio de 'crítica textual' que establece que es poco probable que un grupo invente una historia que sería embarazosa o dificultosa para sí mismo.
El criterio de dificultad en este caso sostiene que la Iglesia primitiva nunca hubiera querido inventar la historia sobre el bautismo de Jesús por Juan el Bautista, ya que Juan bautizaba para la remisión de los pecados, pero dado que Jesús fue considerado sin pecado, entonces esa historia era problemática y vergonzosa, ya que se coloca a Juan por encima de Jesús.
Aunque hay que notar que mientras que el bautismo de Jesús en sí puede haber sido un evento histórico, la presencia de la paloma y la voz del cielo pueden ser embellecimientos posteriores al suceso inicial.
Escudriñando dentro de todo lo que escribieron los historiadores romanos de la época como Tácito y Suetonio, así como el historiador romano de origen judío Flavio Josefo quien perteneció a la secta de los Fariseos, el griego Thallus y el filósofo estoico sirio Mara bar Serapion, podemos ver que en algún momento ellos mencionan a Jesús como alguien quien era 'llamado Cristo' y a sus seguidores como 'cristianos'. Nombre dado a los discípulos de Jesús por primera vez en Antioquía; considerada la 'cuna del cristianismo' (Hechos 11:26).
Josefo es quien provee más información sobre esta etapa de la historia en su libro Antigüedades Judías, escrito entre el 93 y 94 NE, e incluso confirma la existencia del movimiento social originado por Juan el Bautista y su ejecución ordenada por Herodes Antipas. Josefo además menciona la muerte de 'Santiago el hermano de Jesús' ordenada por Anás ben Anás (Anás II). Y tanto Josefo como Tácito mencionan la crucifixión en tiempos de Poncio Pilato; el gobernador de la provincia de Judea bajo el emperador romano Tiberio. Todo esto Josefo lo establece como hechos históricos.
La segunda, y polémica, referencia de Josefo sobre Jesús aparece en el llamado 'Testimonio Flaviano' donde se menciona a Jesús como un exaltado Mesías o un ser de origen supra humano; incluyendo su resurrección al tercer día. Pero según los expertos este supuesto Testimonio es espurio, es decir, que tiene interpolaciones posteriores añadidas por algún autor cristiano, posiblemente para acomodar a sus lectores, quienes eran romanos y griegos, o judíos en la Diáspora. En esencia el Testimonio Flaviano fue redactado a posteriori como una profesión de fe cristiana, que Josefo, siendo un judío tradicional y un historiador romano del primer siglo, nunca hubiera afirmado de esa manera. Además el Testimonio no es mencionado por Orígenes, uno de los Padres de la Iglesia, cuando escribe sobre Josefo, y tampoco el Testimonio en su forma actual aparece en el codex de Focio, Patriarca de Constantinopla.
El pasaje del Testimonio Flaviano (con las posibles interpolaciones indicadas entre corchetes) dice textualmente:
"Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio [si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo], y atrajo hacia él a muchos judíos [y a muchos gentiles además. Era el Cristo]. Y cuando Pilato, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no le abandonaron [ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas]. La tribu de los cristianos, llamados así por él, no ha cesado de crecer hasta este día." (9)
De todas formas, si eliminamos las interpolaciones añadidas a posteriori, la preponderancia de la evidencia histórica tomada en su conjunto apunta afirmativamente en favor de la existencia del hombre llamado Jesús de Nazaret.
En realidad lo que más nos interesa de toda esta historia, y lo que buscamos, es tratar de acercarnos tanto como podamos al Jesús real, el que en su tiempo fue considerado el Mesías y luego fue llamado el Cristo, el que motivó a sus seguidores y a los apóstoles a soportar persecuciones, penurias, e incluso el martirio, en su nombre. Quienes eventualmente llegaron a crear la mayor fe religiosa que el mundo ha conocido, que hoy en día cuenta con más de 2 mil millones de adherentes, y que tanto ha influido en la historia y en los valores éticos de la civilización occidental y del mundo en general.
Y quizás entonces podamos responder algunas preguntas que han ocupado a los historiadores y eruditos desde hace mucho tiempo, como por ejemplo: ¿Qué fue lo que realmente ocurrió en Judea durante el primer siglo de nuestra era con relación a la historia de Jesús?, y más importante aún, poder entender por qué Jesús hizo lo que hizo.
Pero dado que Jesús no escribió nada, que sepamos, el reto para nosotros es lograr este acercamiento utilizando solo las Escrituras de evangelistas y autores posteriores, así como algunos documentos religiosos o históricos tardíos, más algunos descubrimientos arqueológicos y artefactos de la época que hasta ahora se han podido encontrar, y sobre los cuales comentamos en las siguientes notas.
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