Apocalipsis: ¿El Hijo del Hombre o El Hijo de Dios?

 La decisión de cerrar la Biblia Cristiana con el libro del Apocalipsis (que en griego significa 'revelación' o 'levantamiento del velo') tenía mucho sentido para los primeros cristianos que esperaban la Segunda Venida de Jesucristo en cualquier momento, el cual es un dogma central en la Escatología cristiana sobre el 'fin de los tiempos', ya que según se dice en la Revelación de Juan de Patmos, "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso" (Apocalipsis 1:8).

El Apocalipsis se dice ser una relevación y una instrucción de Jesucristo dada a su siervo Juan en la isla de Patmos, dirigida a las siete iglesias en Asia (Apocalipsis 1:11), como advertencia, ya que algunas iglesias como la de Esmirna sufrían persecución (2:10), o habían perdido la fe como la de Éfeso (2:4), o se habían quedado dormidas como la de Sardis (3:2). O como la de Tiatira que ahora estaba dirigida por una mujer "que se dice profetisa" (2:20), lo cual al parecer es un grave problema para los cristianos. Incluso una de estas iglesias, la de Pérgamo, necesitaba arrepentirse inmediatamente, "pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca" (2:16).

Es importante notar entonces que el libro del Apocalipsis fue escrito cuando los cristianos sufrían de fuertes persecuciones y atrocidades por parte de los romanos, probablemente durante el período de tiempo desde el emperador Nerón hasta Domiciano; etapa histórica caracterizada por la sucesión de algunos de los mas crueles y odiados emperadores romanos que existieron. No es sorprendente entonces que para los cristianos esa etapa histórica era clara evidencia que el fin de los tiempos estaba muy cerca.

 

Gematría: El Número de la Bestia

Resulta interesante entonces ver como el autor del Apocalipsis, Juan de Patmos, parece ser muy conocedor de la tradición de la numerología del judaismo, que a su vez se relaciona con las enseñanzas de la Cábala (la tradición del misticismo judío) y el código de la Gematría, donde a las letras de la Torá se les asignan números, siendo el número 7 el "número perfecto" que representa a Dios; y de ahí vienen las tradiciones de los 7 ángeles o arcángeles, las 7 iglesias, los 7 sellos, las 7 copas, las 7 plagas, los 7 cielos, etc.

Mientras que por otro lado el número 6 representa el Pecado. Y por eso el emperador romano (Neron Qesar, en latín) se representa como la misteriosa "bestia" cuyo número (aplicando las reglas de la Gematría a Neron Qesar) resulta ser 666.

Por cierto la 'ciencia' de la Gematría también fue utilizada por los escribas de la Biblia Hebrea para minimizar los errores de las copias, como una especie de suma de verificación (checksum, en inglés) que se ponía al margen del texto; como marcadores matemáticos que alguien ponía para los futuros copistas del manuscrito. Aunque lamentablemente este mismo método no fue utilizado por los escribas y copistas de los manuscritos del Nuevo Testamento, y de ahí el problema de las copias.

 

Apocalipsis: La Marca de la Bestia

Otra historia del Apocalipsis que para entenderla correctamente se requiere conocer un poco sobre las tradiciones del judaísmo es la llamada Marca de la Bestia (Apocalipsis 13:16-18), la cual debería ser llevada en la mano y en la frente por los que quisieran participar en la 'nueva economía' post apocalíptica. Para los cristianos esto sería un tipo de esclavitud económica y un signo seguro del fin de los tiempos.

Sin embargo un judío tradicional habría entendido que se trataba de una referencia a la práctica del uso del Tefilín (Filacteria) que es un mandamiento para los judíos devotos desde los tiempos de la antigüedad (Deuteronomio 6:4-8).

 

Milenarismo: El Reinado del Mesías

Las tradiciones proféticas sobre los mil años de paz (Milenarismo) que se encuentran en el Apocalipsis también se pueden encontrar en el Libro de Enoc, que es un libro intertestamentario, el cual forma parte del canon de la Biblia de la iglesia copta, pero no es reconocido como canónico por las demás Iglesias cristianas, a pesar de existir en la Septuaginta (Codex Vaticanus y Papiros Chester Beatty).

El Milenarismo en el Apocalipsis se refiere a los pasajes que describen la visión de un ángel que descendió del cielo con una gran cadena y una llave a un pozo sin fondo, y capturó a Satanás (el diablo), encarcelándolo durante mil años, curiosamente añadiendo que Satanás "después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo" (Apocalipsis 20:1-6). Por lo que uno se pregunta, considerando que han pasado dos milenios desde que aquellas profecías fueron dadas y que ellos esperaban se cumplieran durante su generación, cuántas veces pudo haber pasado esto.

En realidad esta historia aparece por primera vez en el Libro de Enoc que describe la caída de los Grigori (Vigilantes), los ángeles que engendraron a los Nefilim (Génesis 6:1-4), así como una explicación de por qué el diluvio del Génesis fue moralmente necesario, y una exposición profética del reinado de mil años del Mesías (1 Enoc 6-36, 91-104; 2 Enoc 33:1). Es decir, que el Milenarismo es otra antigua tradición del judaísmo que una vez más reaparece en el libro del Apocalipsis.

Apocalipsis, Vulgata Carolingia (Biblia de San Paolo fuori le Mura)

Pero aun más relevantes a la historia de Jesús como el Mesías son las profecías sobre el fin de los tiempos de varios de los grandes profetas de la Biblia Hebrea (Antiguo Testamento) que se describen en otra sección a cotinuación.

 

¿Fallaron las Profecías del Apocalipsis?

Como se ha visto en las notas anteriores, los primeros cristianos esperaban la Segunda Venida de Jesucristo y el fin de los tiempos como un evento apocalíptico inminente, o como un grandioso evento escatológico que ocurriría en su generación (Marcos 13:30; 9:1; Mateo 10:23; Lucas 21:32), o como en los sobrenaturales eventos de la literatura de guerra del libro del Apocalipsis, que los creadores del canon bíblico decidieron debía cerrar la Biblia Cristiana. Sin embargo, esto no ocurrió como ellos esperaban. Por lo que uno se pregunta, ¿acaso eso significa que las profecías fallaron?, ¿o quizás los grandes profetas bíblicos, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, se equivocaron en los tiempos de sus predicciones?

Al igual que ocurre en la mayoría de las disputas teológicas, no todos los teólogos van a responder estas preguntas de la misma manera, y sus explicaciones van a depender de cómo ciertos pasajes de las Escrituras sean interpretados.

Por ejemplo, en tiempos recientes un ingeniero de la NASA escribió un libro titulado "88 Reasons Why the Rapture is in 1988", que vendió cientos de miles de copias y se hizo muy popular entre grupos apocalípticos en Estados Unidos, ya que predijo que el fin de los tiempos iba a ocurrir en 1988 (durante la semana del Rosh Hashanah para ser más precisos) basándose en una reinterpretación de Marcos 13:30 como una referencia a la fundación del moderno estado de Israel en 1948 y la palabra 'generación' que corresponde a 40 años en la Biblia, lo cual conduce al 1988. Y aunque obviamente esta profecía apocalíptica no se cumplió, de todas formas causó mucho daño psicológico y económico entre personas que 'vendieron la granja' porque creyeron la profecía ... increíble pero cierto ....

En cuanto a interpretaciones generales del Apocalipsis, existen dos escuelas de pensamiento teológico: Preteristas y Futuristas.

El Preterismo es un movimiento cristiano y una variación de la escatología cristiana que mantiene que algunas o todas las profecías bíblicas concernientes a los Últimos Días (o Tiempos Finales) se refieren a eventos que en realidad ocurrieron durante el primer siglo luego del nacimiento de Cristo. El término preterismo viene del latín praeter, que significa "pasado". Las dos principales escuelas de interpretación Preterista comúnmente son denominados como Preterismo Parcial y Preterismo Total.

La mayoría de los Preteristas Parciales tienden a poner un énfasis espiritual en sus interpretaciones y argumentan que el término Últimos Días no se refiere a los últimos días del planeta Tierra ni a los últimos días de la humanidad, sino a los últimos días del pacto Mosáico que Dios estableció exclusivamente con la nación de Israel hasta el año 70 NE. Y así como Dios venía en juicio sobre varias naciones en el Antiguo Testamento, Cristo también vino en juicio contra aquellos en Israel quienes le rechazaron. Esta es, por ejemplo, la interpretación del sacerdote católico Alfonso Salmerón, uno de los primeros jesuitas considerado padre del Preterismo. El Preterismo Total difiere del Preterismo Parcial en que creen que todas las profecías fueron cumplidas con la destrucción de Jerusalén durante la Revuelta Judía.

Otros Preteristas, como los Adventistas del Séptimo Día, quienes predijeron el Gran Adviento en 1844, lo cual obviamente no ocurrió (y de ahí el llamado Gran Chasco del movimiento Millerista) plantean que las profecías sí se cumplieron de todas formas, pero "en el cielo"; no en la tierra.

El Futurismo por su parte es un movimiento teológico opuesto al Preterismo que afirma que el fin de los tiempos aún está por ocurrir, y critican a los Preteristas por haber espiritualizado profecías sobre eventos físicos reales que, según ellos, en algún tiempo futuro ocurrirán literalmente tal y como se describen en las Escrituras.

Para algunos Futuristas las constantes noticias sobre guerras, pandemias, cataclismos y crisis globales, son un presagio y un signo de que el fin de los tiempos ya está cerca. Mientras que otros son más cautelosos sobre tratar de predecir una fecha exacta, ya que según Jesús dijo: "el día y la hora nadie lo sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre" (Mateo 24:36). Para ellos el cuándo y el cómo del Apocalipsis es uno de los "misterios de la fe" con el cual hay que convivir por el tiempo que sea.

No osbtante, para muchos de los Futuristas las escenas del Apocalipsis no son metáforas ni alegorías, y los eventos que ahí se describen serán visibles por todos. Tal fue el caso por ejemplo de los Davidianos, una rama de los Adventistas que esperaban la inminente restauración del Reino de David y que estuvieron involucrados en la tragedia de Waco, Texas, en 1993.

Por otro lado están los que creen que las profecías bíblicas sobre los Últimos Días solo eran relevantes para el antiguo pueblo de Israel por lo tanto ya no aplican en nuestros tiempos, y que la vida en el planeta Tierra continuará y terminará según las leyes de la Física, ya sea en un cataclismo planetario que cause la extinción de las especies biológicas, o en un evento cósmico catastrófico en el Sistema Solar o en nuestra galaxia, o simplemente cuando el Sol se apague (en 5 mil millones de años, más o menos).

Finalmente, desde un punto de vista personal, muchas personas creen que el fin de los tiempos ocurre individualmente cuando uno muere.



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